viernes, 28 de septiembre de 2012

Las 10 partes de la Celebración Católica por Iglesia

Bodas: las 10 partes de la celebración católica por iglesia

Es uno de los momentos más emotivos de la boda. Como toda celebración, el sacramento del matrimonio tiene sus partes constitutivas. En esta nota, todas las etapas de la celebración católica del matrimonio por Iglesia.

La Iglesia católica tiene siete sacramentos y el matrimonio es uno de ellos. La celebración del matrimonio por iglesia es uno de los momentos más significativos para los novios. Por eso, es importante estar bien informados sobre las etapas que tiene la ceremonia para que sea única e inolvidable. A tomar nota de estos puntos importantes.

Las 10 partes constitutivas de la celebración:

1.- Ingreso de la novia.

2.- Celebración de la palabra. Hay tres combos de opciones para que elijan el que más les guste:

a. Lectura + Salmo.

b. Lectura + Salmo + Evangelio.

c. Lectura + Salmo + Lectura + Evangelio.

Con excepción del Evangelio, las lecturas y el Salmo pueden ser leídos por familiares y amigos que ustedes elijan para este momento.

3.- Momento de las preguntas.

4.- Consentimiento.

Sacramento. Los propios novios son los ministros del sacramento. El sacerdote es el testigo que recibe el consentimiento.

Momento del signo de la unión: los anillos.

Ave María.

-Si la celebración es con misa de esponsales, este sería el momento de las ofrendas.

5.- Oración de los fieles. Intenciones (se recomiendan entre 4 y 6 intenciones)

6.- Bendición Nupcial.

7.- Padre Nuestro.

8.- Comunión.

A tener en cuenta: si no quieren que la misa sea muy larga, la comunión puede ser sólo de los novios o los novios junto a los padrinos.

9.- Oración final.

10.- Salida de los novios.
 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

AMOR O COSTUMBRE...¡IMPORTANTE!


Correo electrónicoImprimirPDF
Muchas personas no tenemos el privilegio de mantener una relación estable por años y años, los divorcios están a la orden del día y los noviazgos son cada vez menos duraderos, tal vez debido a la evolución que se ha dado las mujeres son cada vez más independientes y menos tolerantes, claro que esta dolencia también es compartida por los hombres.
Las parejas hoy en día son menos indulgentes y existe una inclinación al desapego, pues al tener problemas ya sea de comunicación, monetarios, etc., son cada vez más parejas las que optan por una separación en vez de hacer un compromiso mutuo en la búsqueda de una solución.
Son escasos los noviazgos que superan los 3 o 4 años y son aún menos los matrimonios actuales que sobrepasan la expectativa de los 5 años de duración, pero que pasa en algunos casos especiales cuando se ha compartido tanto tiempo juntos… ¿lo que los mantiene es amor o costumbre?

Amor o monotonía
Cuando hemos estado unidos a otra persona por tanto tiempo, también corremos el riesgo de dejar la puerta abierta a la monotonía y el aburrimiento, con el paso del tiempo y la convivencia constante podemos perder la magia inicial que sentíamos por nuestra pareja, la capacidad de asombro hacia la otra persona puede verse mermada por el trato diario.

El paso del tiempo puede ser un arma de doble filo, ya que puede afianzar enormemente la relación y la cotidianeidad puede crear el sentimiento de seguridad constante en el cual la pareja encuentra refugio de los peligros exteriores y el estrés de la vida laboral.

Pero en otros casos cuando algún integrante de la pareja necesita más estimulación que el otro puede crearse un desequilibrio en el cual no comparten el mismo sentimiento de estabilidad y seguridad, por el contrario la otra persona siente que existe un desinterés, una falta de emoción en donde lo único palpable es la inseguridad y la idea de que la relación esta llegando a su fin.

Cómo podemos diferenciar entre AMOR y COSTUMBRE, cuando podemos decir que el sentimiento que nos une a aquél con el que hemos compartido tantos años es real o simplemente lo hemos dejado apagar.

¿La vida sin nuestra pareja?
En primera instancia debemos preguntarnos ¿Vemos nuestra vida sin aquella otra persona?, pues si la respuesta es no aún existe algo que rescatar, sólo que debemos sacudirnos el polvo de la rutina, todo en esta vida necesita renovarse y el amor no se escapa, debemos actualizar nuestra relación cada vez que podamos para no perder el asombro que nos causa la persona amada.

En segundo término debemos respondernos a una importante pregunta ¿Qué amo o amaba de mi pareja? Pues al respondernos podremos saber que explotar, al saber cuales son los puntos fuertes de nuestro sentimiento podremos usarlos para afianzar la unión con la otra persona. Por ejemplo “Yo amo o amaba la comunicación que existía entre nosotros”, cuando identificamos que este punto se ha perdido podemos tomar acciones para recuperarlo, darnos tiempo para hablar más con nuestra pareja, darse el espacio y en vez de irnos directamente a dormir después de cenar, acostarnos a charlar unos minutos.

Como tercer punto debemos pensar en una actividad que podamos llevar a cabo junto a nuestra pareja, algo que tal vez siempre hayamos querido hacer y por X o por Y nunca llevamos a cabo; tal vez tu o él/ella siempre quisieron tomar clases de salsa, o un curso de cerámica, de pintura o lo que sea, pero que pueda ser compartido y novedoso, pues al enfrentarse juntos a nuevas situaciones que nos reten como parejas nos hace poner en práctica nuevas mecánicas de comunicación e interacción.

Con estos tres puntos podemos iniciar la renovación completa de nuestra relación y sobre todo podremos crear nuestras propias herramientas para salir de la rutina y no dejar que el día a día apague nuestro amor por esa persona tan especial y en vez de acostumbrarnos a nuestra pareja no dejemos de sorprendernos y sorprenderla año tras año